Marwán "Los Negativos"

Salir a trabajar un viernes por la noche, a eso de las diez, se te hace duro. Pero sí que es menos duro cuando quedas para ver una murga, claro. Y más si a quien vas a ver es a Marwán, porque además de la calidad del grupo, tienes la intriga de saber qué pasó en 2016 con esta formación, que no estuvo a la altura de lo que de ellos se espera. Así que me apliqué la frase que más escucho en los últimos tiempos, "sarna con gusto no pica", que anoche venía especialmente como anillo al dedo. Carretera de Sevilla, desvío en la raqueta de Los Montitos, para llegar al local de Marwán. Los encuentro cantando en corro, aún con letras en la mano. Y en la sala, tres conocidos carnavaleros, entre ellos Juan Pablo Fariña y José Manuel "El niño", con los que recuerdo viejos tiempos del Carnaval. Juan Pablo me cuenta que tiene "morriña", que cada vez que ve un ensayo, le entran ganas de salir de nuevo, aunque no a concurso. No sé´yo si no se estará forjando una nueva murga callejera...También nos encontramos con dos de las componentes de "Las del Porche", murgueras infantiles y juveniles del colegio Santa María Assumpta, que tan buen papel están haciendo dentro del programa "Aulas de Carnaval" (gracias por el apunte, Luisao Rodríguez).

Marwán sigue a lo suyo, matizando aquellas partes que necesitan un trabajo extra, repitiendo y repitiendo hasta la saciedad. Paran, nos saludamos, y se disponen a hacer el pase completo de su repertorio. Y desde el primer punteo, la precisión en la murga a la hora de cantar es milimétrica. Es difícil encontrar murgas que canten como lo hizo Marwán anoche. A cuatro y a seis voces, con canon, con una conjunción de voces que para sí quisieran algunos coros, con unos punteos exquisitos... Los Marwán de siempre, vamos (con la excepción del año pasado). Usan pitos, como se ha hecho tradicionalmente en el concurso de murgas de Badajoz (no en vano son la murga más veterana del COMBA), Preciosa presentación, pasodobles muy reposados y de gran musicalidad. Juan Pablo me apunta que van como a ellos les gusta, cantando bien (y vaya si lo hacen). El estribillo, pegadizo y juguetón, conseguirá que el público interactúe con ellos. Popurrí en su línea, melódico, en el que introducen crítica política (por fin, porque esto se está perdiendo en el global de los grupos), y algún otro sopapo más, que habrá que ver como encajan algunos. A destacar su riqueza de voces, sus letras (que a veces rayan la poesía), aunque un pelín más de chispa no estaría de más. Pero es su estilo y hay que respetarlo, para gustos los colores. Me sorprende la calidad de las voces: durante la actuación son varios los integrantes que se turnan a la hora de hacer los altos, y no se aprecia merma según quien cante en cada momento. Vemos caras muy conocidas en el grupo: vuelve Miguel Aponte a tocar la guitarra, Juan Pedro Martínez vuelve a su formación de origen después de un año en Espantaperros, y nos encontramos con Nando Trujillo y Borja Román, que llegan a la formación desde Los Taifas. Todos ellos aportan sangre fresca al grupo, en el que no queda ya ninguno de los fundadores.

En el descanso que hacen en su ensayo para atenderme, les pregunto qué pasó hace un año. Me cuentan que fue un Carnaval de transición, que les pasó de todo y estuvieron a punto de no salir, pero que tiraron para adelante sobre todo para tener la murga en la calle con motivo de su vigésimo aniversario. Que incluso coincidieron en disfraz con una murga, Los Water, ya que ellos también habían decidido salir de dictadores, aunque con otro punto de vista, subido cada uno de ellos en algo característico de cada personaje (Gadaffi en en camello, Hitler en un tanque, Bin Laden en un avión...). Cambiaron a última hora y de ahí el resultado, junto con otras razones que también influyeron en su resultado de 2016. Además, esto lo añado de cosecha propia, creo que este grupo no es para salir disfrazado de mujer. Y cada grupo ha de explotar, a mi juicio, las armas de las que dispone. Y las de Marwán son la riqueza de voces y la extraordinaria afinación que muestran en escena. 

Me da que este año se van a sacar la espina del pasado Carnaval, y como ellos dicen, llevarán a su murga donde siempre ha estado. Para ello llevan trabajando desde Almossassa, aunque la idea del disfraz viene de antes. Saldrán al López con 17 componentes, entre los que harán rotaciones. Le pregunto a Nando Trujillo, ex Taifa, como ha llegado al grupo, y me comenta que se conocen desde siempre, que tiene amistad con varios de sus actuales compañeros, por lo que se integró a la perfección desde el primer momento. En cuanto a actuaciones durante el carnaval, hacen en torno a 15, manteniendo las del año anterior salvo casos excepcionales. Con respecto al concurso, opinan que, aunque cae el número de participantes con respecto a otras ediciones del COMBA, el nivel de los grupos está subiendo, y para 2017 esperan un "nivelazo". Me preguntan por lo que he visto, y les comento, guardando la exigida discreción que la asistencia a los ensayos me impone, que coincido con ellos, que este año va a ser espectacular. Sobre la norma de los 25 minutos creen, como otras murgas, que los grupos no la tienen muy clara, que hay que definir más su aplicación. Y en cuanto a decorado, que en su caso suele ser aparatoso y muy trabajado, me adelantan que este año no lo será tanto, pero sí con un efecto muy bonito. Además, al cantar los primeros del viernes, pueden dejarlo montado sin prisas (por cierto, el puesto de actuación les encanta). 

Un renovado Marwán es el que nos vamos a encontrar en esta edición del COMBA. No tanto en cuanto a caras (a  pesar de las cuatro entre nuevas incorporaciones y retornos), pero sí en cuanto a ganas. Yo creo que 2017, no será un año "negativo" para ellos (jugando con el nombre de su inscripción), sino muy positivo.