Primer pasodoble para los norteamericanos. Son tan poderosos que antes que venga otro se matan entre ellos. Segundo pasodoble a sus madres, cantándoles desde un punto de vista diferente: el de mujer. Y saldan su deuda con ellas. Primer cuplé al cumpleaños de la niña mejicana que invitó a todo el mundo a través de interenet y se presentaron 30.000 personas, pero no había tarta para tantos invitados. Segundo cuplé para su forma de conducir, despacito, despacito, como el ritmo de sus cuplés, muy marcados.
Les ha faltado gancho con el público, que no ha respondido como es habitual con ellos. Aún así, es una buena actuación.
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