De nuevo aromatizan el teatro para ambientar su actuación. El público tienen gana de murgas, y se nota. Se entrega a esta agrupación, que de nuevo canta como pocas. Primer pasodoble mencionando los nombres de diversas calles de Badajoz. Segundo pasodoble a los abuelos, personificado en la anciana a la que cortaron la luz en Gerona y falleció en un incendio provocado por la vela que usaba para alumbrarse. Según ellos, esta sociedad abandona a sus abuelos cuando más necesitan su calor.
Primer cuplé para el alcalde, Fran Fragoso, que se encontraba entre el público y lo acogió con sonrisas. Le han dado un repaso a su vida, desde niño. Segundo cuplé para el vídeo de Rajoy haciendo footing en Badajoz, con la aparición de un figurante incluida. Mejores cuplés que en preliminares.
Grandes dosis de crítica política y social en su popurrí, con constantes denuncias sobre injusticias y desigualdades. Y de nuevo se gustan cantando, logrando pasajes de bellísima armonía como en el que cantan "las rosas salvajes sin espinas están". Y en la despedida, lo que empezó siendo una dura crítica a la ciudad torna en piropo.
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