Ayuntamiento de Badajoz

martes, 24 de enero de 2017

El carnaval del futuro

Anoche, durante el ensayo de Los Chalaos, le pregunté a Abel Méndez, guitarrista de la murga, por su "murguita", "Las del porche". Y se le encendieron los ojos. "Tienes que venir a verlas", y para allá que me fui esta tarde, al colegio Santa María Assumpta, donde ensaya la agrupación. La hora era rara, las cuatro de la tarde, pero decidí invertir la siesta de hoy en conocer un poquito más de este apartado de nuestro Carnaval, en el que se depositan tantas esperanzas de futuro para nuestra fiesta.

En una de las aulas de infantil se reúnen las trece niñas que componen la agrupación. Hoy falta una al ensayo porque le coincide con inglés. El resto, puntuales como un reloj, lo mismo que los mayores (modo ironía). ¿Y de donde les viene la vena murguera a estas crías?, le pregunto a Abel, quien me cuenta que no lo sabe, que solo dos tienen "antecedentes" murgueros. Y las dos se llaman Lucía; una es nieta del incomparable Antonio Mata (El Nombre da Igual, Agüitas...) y la otra hija de Carlos, de Marwán. Tienen entre doce y trece años y siguen a pies juntillas las indicaciones que les da Abel, junto a Nacho, guitarra de Serendipity, que comparte con el primero la responsabilidad de sacar este año a las niñas. Además de las guitarras, Las del Porche sacarán percusión, caja y bombo. Y es para escucharlas, haciendo sonar bombo y platillo a compás, cambiando de ritmos cuando es necesario, o adornándose en el bastidor de la caja para enriquecer la actuación. Lo mejor es cuando a la caja le picó la nariz, y se arrascó con la mano derecha sin dejar de tocar con la izquierda, sin que se notara diferencia entre tocar con una o dos baquetas. Y eso que nunca habían tocado estos instrumentos, y lo que saben es lo que les ha enseñado este año Abel.  "Son esponjas absorbiendo conocimientos, tienen una ilusión tremenda y le echan muchas ganas". Y esto queda corroborado en cuanto les pregunta si han repasado la presentación, y todas responden al unísono: "sí".

Comenzaron a ensayar a razón de un día por semana hasta que llegó diciembre, cuando a petición de las niñas pasaron a reunirse tres días a la semana (cada ensayo, dos horas). Y se nota que lo tienen trabajado, viendo como cantan y como se mueven, poniendo toda la fuerza de sus pocos años. Y cada vez que su director les pide "venga, con fuerza", las niñas reaccionan a bloque, subiendo la fuerza de sus voces.

Las del porche son las campeonas infantiles 2016, y este año participarán en la categoría juvenil por aquello de la edad. Por cierto, me parece una buena idea el eliminar la competición de la categoría infantil, que pasa a ser certamen. Creo que es más positivo y alentador una muestra de trabajo que no una competición entre niños tan jóvenes. Como detalles de las normas de este concurso, el repertorio es libre, con un mínimo de 10 minutos de duración. Esta murga llevará presentación, dos pasodobles y dos cuplés con estribillo, faltándole sólo el popurrí para hacer una actuación similar a la de adultos. Y en cuanto a lo que he escuchado del repertorio, el estribillo es "salao", relacionado con su edad como no puede ser de otra manera. Y temas locales, interpretados en un tono nada habitual a los que se escuchan por la noches en las visitas a las murgas.

Buen trabajo de cantera el que se está llevando a cabo en los colegios con el programa "Carnaval en la Escuela". Ellos son el Carnaval del futuro. Nos toca a nosotros cuidarlo y darle continuidad.

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