Hace unos días mi compañera Granada Gómez le decía a los niños del taller de radio de la Escuela Virgen de Guadalupe que para contar las cosas había que vivirlas, había que estar allí y sentirlas en primera persona. Así que le hice caso. Y aunque la nota que nos hicieron llegar los chicos de Pixa a la Fulaneska está realmente bien (Gracias, David Falero), he querido ver uno de sus ensayos en directo y me he encajado en la Avda. Cardenal Cisneros, en el establecimiento de hostelería donde se reúnen los pixeros (mesón Cisneros, digamos el nombre como agradecimiento por el cariño y la colaboración que ponen estos locales con el mundo del Carnaval). Allí me encuentro al amigo David, a Santi Linares, a Samuel...Y me doy cuenta de lo lejos que queda mi época de murguero y cómo avanzan las nuevas tecnologías. Estos chicos usan smart tv. y ipad conectado por bluetooth para entrar a un dropbox en el que tienen las letras. ¡Y juro que no estoy vacilando lo más mínimo con el inglés ! Esto para repasar el popurrí, parte que la mayoría de los grupos llevan más verde. Encontramos en su popurrí una gran riqueza musical que abarca desde Gardel a Pink Floyd, y unas letras divertidas en la que hay un detalle repetido varias veces que a mí me hizo reír. Creo que les falta una semana más de ensayo, si bien tienen dos por delante hasta su actuación del lunes 25. El tiempo justo para perfeccionar un repertorio y cogerlo en la cresta de la ola de los ensayos, sin pasarse de trabajo ni provocando el aburrimiento que la excesiva repetición de una letra podría causar en la murga. Están ya perfeccionando los últimos detalles (poses, vestuario, modulaciones, cortes de música...), pero me llama mucho la atención el buen ambiente que se respira en el ensayo: ni un mal gesto, ni una sola voz, ni un reproche...y aprovechando hasta el último segundo de sus ensayos.
Después del popurrí le meten mano a la presentación, realmente buena: sencilla pero efectiva, corta, divertida, muy juguetona y cómplice con el público...Su primer pasodoble desprende doble sentido en cada cuarteta. Preste mucha atención, lleva retranca, mucha retranca y un nivel de crítica muy alto, es muy muy duro, poniendo en solfa el personaje que representan, demasiado habitual en nuestra región. Los cuplés no están mal, aunque me gusta más el estribillo: gracioso, pegadizo...estoy seguro que se va a cantar mucho en Carnaval. Buenos arreglos musicales con un guitarrista, Adolfo, bastante bueno en los punteos, y un caja que ensaya de espaldas al grupo, buscando una mayor concentración. Como curiosidad me cuentan que posiblemente vuelvan a cantar dos pasodobles con músicas distintas, algo que esta formación ya ha hecho anteriormente.
A eso de las once me despido de ellos mientras Santi, con la guitarra en las manos, repasa el segudo de los pasodobles, del que ya hemos hablado. Gracias, chicos, y ya queda menos. Sobre todo para vosotros, que cantáis el lunes 25...
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