LOS MIRINDA.
A ritmo del “Mami” de Los Chichos se presenta una de las
murgas más esperadas del Carnaval de Badajoz. Los Mirinda, encarnando el papel
de Rufino, un cincuentón recién divorciado que ha vuelto a vivir con su madre. Ropa
de los años 70: pantalones de campana y camisas ajustadas. Una vez más, algo
habitual en esta agrupación; la perfecta coordinación de movimientos. Alonso
Torres acompaña la presentación al bajo. Se nota una mayor potencia de voces. Quizá
influya la colocación del decorado, que puede proyectar el sonido hacia el
patio de butaca. Primer pasodoble,
que arranca dedicado a las madres. Sin embargo, gira al final, para hablar de
otra madre, nuestra ciudad, Badajoz. Bonito y bien cantado. Cierre con
crítica a la corporación municipal. Buena letra. Segundo pasodoble para Toni,
la regidora del concurso de murgas. Todo un homenaje, muy merecido por otra
parte, que recibe sobre el escenario, acompañado de una atronadora ovación. Primer
cuplé para hacer una gracieta con la sordera de la madre. Estribillo jugando
con el doble sentido y el sexo. Segundo cuplé para el procés y chiste con la
falta de atractivo de algunas independentistas de la CUP. En el popurrí, como son cincuentones, selección
de músicas de los 70, y situaciones típicas de un recién divorciado.
Muy metidos en el personaje. Graciosa la conga de Rufino el separao, lo mismo que el fallo de memoria de la madre (no decirle a nuestro protagonista que el ascensor estaba arreglado). Buen detalle con "En la arena escribí tu nombre", y lo borraron los patos del Guadiana. Genial este rapeado, interpretado con bolsas en las manos. Muy buena interpretación del personaje bien cantado e incluso bailado. Final muy emotivo, de nuevo dedicado a las madres de los carnavaleros. Los veremos el próximo lunes de nuevo. Seguro .
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