Ayuntamiento de Badajoz

martes, 21 de noviembre de 2017

LAS MURGAS PRUEBAN CANTAR EN EL TEATRO LÓPEZ DE AYALA SIN MICROS.

¡Y lo que echaba yo de menos escribir de Carnaval de madrugada! Hoy toca hacerlo, porque he estado en la prueba de sonido del López de Ayala. Sí, varias murgas han propuesto prescindir de amplificación durante el concurso de murgas y cantar sin micros. Decisión valiente, arriesgada, exigente y que puede suponer una transformación importante en el COMBA. Y como una decisión de este calado exigía una prueba previa, pues allí que se han ido en la tarde del martes los grupos Los Mirinda, Las Polichinelas, Marwán Chilliqui, Al Maridi, Esto Está ganao y Las Chimixurris. Ejerció de...¿presentador, maestro de ceremonias, jefe de pista...? Bueno, dio paso a los grupos en escena Juan Seller, "Juan y Punto", quien una vez más demostró su extraordinario manejo de la escena, su buen humor y su agilidad mental, por ejemplo, en el cruce de chistes que tuvo con Chiqui Mendoza, o en su continua interacción con el público, también murguero o aficionado a las murgas en su mayoría. Y esto último se ha notado y mucho, y luego explicaré por qué. Antes, destacar el sensacional ambiente murguero que se respiraba hoy en el López de Ayala, que lucía su concha acústica para la prueva de sonido.

Reconozco que llegué al teatro con  una opinión preconcebida sobre la idea de prescindir del equipo de sonido durante el concurso. Pensaba que era una locura. Pero salí con otra distinta. Las seis murgas que han cantado esta noche lo han hecho genial (vale que eran dos semifinalistas y cuatro finalistas de 2017, dos de las cuales, Al Maridi y Las Chimixurris, ya se habían situado en actuaciones anteriores en el concurso de murgas por delante de la línea de micros, prescindiendo de amplificación). Todas han sonado muy bien, se les ha entendido perfectamente, con un sólo pero: quizá las guitarras no hayan sonado al nivel que deberían. Pero NO TODAS; las guitarras de algunos grupos se escuchaban con nitidez, mientras que las de otras murgas no tenían tanta presencia.

Falta que se lleve a cabo la votación entre las murgas, en la comisión del Ayuntamiento, para conocer la decisión final sobre si habrá o no sonido en el COMBA 2018. Pero los grupos que han cantado hoy me han convencido de la posibilidad de hacerlo. El mayor problema no será el teatro (del que dicen que tiene una acústica inadecuada para este tipo de eventos). Ni siquiera las murgas, que hoy han demostrado que puede hacerse. El principal problema será el público, y llega el momento de explicar lo que al principio de estas líneas dejaba para este momento: el público de hoy era murguero o aficionado al género, acostumbrado a escuchar con mucho respeto a las agrupaciones, algo que han hecho hoy de manera notoria. Pero cuando los asistentes se han comportado (a propósito, para hacer completa la prueba sonora del recinto) como suele hacerlo el público que asiste al concurso de murgas, se ha puesto de manifiesto el problema de que si hay ruido en el patio de butacas o en el anfiteatro, no se oirá a la murga que actúe, o se perderán estrofas. Este es el principal reto del concurso de cara al año que viene si se eliminan los micros: educar al público para escuchar. Aunque también es cierto que será difícil evitar las palmas a compás en algunos momentos de las actuaciones, si bien es cierto que también impedían escuchar a los grupos en escena en años anteriores, como recogimos en algún número anterior de El Estribillo.
Igual este año se pone de moda entre el público aplaudir a todos los grupos menos a aquel al que van a aplaudir, justo al contrario de lo que es habitual...

Más apreciaciones: pues creo que las murgas femeninas pueden verse beneficiadas por esta medida, si se adoptara, ya que hoy se escuchaba mejor a las agrupaciones que usaban tonalidades más altas o en los pasajes de tonos más altos de sus actuaciones. Podría incluso variar el formato de los repertorios no solo en la música a utilizar (tonos más altos); también en las letras, forzando a los grupos que no lo hagan ya a hacer paradas o meter instrumentales justo detrás de aquellos momentos importantes de sus actuaciones, los que provocan risas o aplausos, para que el público no se pierda el siguiente tramo de letra. Incluso podría afectar a los decorados; no sé si la colocación de la concha acústica permitirá que puedan utilizarse las tramoyas de las que cuelgan los decorados. Si se redujera el número de tramoyas a usar, tal vez se dilatara el tiempo muerto entre actuaciones, durante el que los grupos preparan sus telones, si hay que descolgar el fondo de la murga anterior y colgar el de la siguiente. Y sobre todo, cantar "a pelo" exigirá un mayor esfuerzo a los murgueros, que deberán aprender a cantar todos ellos y ensayar más, para que la formación suene al 100 %. Aunque hoy nos ha parecido que sonaban más nítidas las murgas que subían con 12 integrantes que aquellas que subían con más componentes. Claro, que en alguna formación hemos visto a un par de murgueros, nuevas incorporaciones para 2018, tirando de libreto...

Se nos ocurren más cosas ante lo importante de la innovación propuesta por algunos grupos, pero hoy lo dejamos aquí. Acompañamos un par de enlaces a dos fragmentos de vídeo grabados durante la prueba de sonido. Mi localidad estaba en la fila 11, y está grabado con teléfono, sin ningún extra que pudiera alterar la percepción de sonido desde mi asiento. Se acerca bastante a lo que yo he escuchado hoy en el López de Ayala. Y repito, me ha gustado. Suerte en la decisión que tome la comisión de murgas, sea cual sea.


Vídeo Los Mirinda

Vídeo Las Polichinelas


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