Estamos a apenas un mes del inicio del Concurso de Murgas y El Estribillo 2017, en sus distintas fórmulas (web, blog, app y papel) comienza a tomar cuerpo. Este año nos encontramos con la buena noticia del incremento del número de agrupaciones que participarán en los concursos de murgas y comparsas, lo que es buena noticia para nuestro Carnaval, que también necesita, porque es lo que lo ha distinguido siempre, de una mayor participación ciudadana, algo a la baja en las últimas celebraciones de la fiesta. Confiemos en que este año se invierta la tendencia, como ha sucedido con las agrupaciones.
Como decía, El Estribillo comienza a tomar cuerpo, y lo primero es acercarnos a visitar a las distintas formaciones que participan en el COMBA. Hoy hicimos la primera incursión en el complejo de naves de la carretera de Valverde, en el que ensayan distintas murgas pacenses. Nos hemos acercado a ver a los chicos de Pa Cuatro Días, quienes nos han abierto sus puertas, como siempre, con mucha amabilidad y cariño (gracias, chicos). El ensayo ha comenzado con cierto retraso, algo habitual en todas las agrupaciones. A la entrada, el "ingeniero" Manuel Ramírez, afanado en el montaje del decorado, que este año va a dar que hablar por lo novedoso de su puesta en escena. Ya verán qué idea más original han desarrollado los Pa Cuatro Días. Juan Pablo Gallardo, Francis (ex-Marwán y ex-Espantaperros), su hermano Abel (ex-Marwán) y compañía nos invitan a pasar a la sala de ensayos, preparada con todo lujo de detalles, con unas butacas que parecen los asientos Recaro del banquillo del Real Madrid. El ensayo no está a tope de componentes (18 este año), ya que la gripe también ha hecho estragos en la formación (falta el caja, entre otros). Pero sí está presente uno de los integrantes que, a diario, viene desde Valverde de Leganés, Jorge Florencio, antiguo componente de la murga de aquella localidad que participó en los concursos del López de Ayala en los años 2009 y 2010. Esto me sigue llamando la atención: cada vez es más habitual en las murgas contar con integrantes de fuera de la ciudad que participan en la fiesta. Con el gasto en gasoil que esto conlleva, y el desgaste en lo personal. Por cerca que esté Valverde de Leganés.
Para calentar las voces, un par de cuplés. Suenan bien, pero aún queda mucho pulido por delante. A destacar el tenor que hace los altos. Después encaran la actuación desde el principio, si bien les falta aún el guitarra que hace los punteos (Alberto, que se incorpora más tarde, y que me llama la atención por los magníficos sonidos que extrae de su "sonanta"). Se arrancan con un par de pasodobles "de los de antes", críticos, sin caer en los tópicos de las penas o cantar a la ciudad (que si bien cada grupo es muy libre de cantar a lo que quiera, es reiterativo en las últimas ediciones del COMBA). También un recuerdo para un elemento olvidado en los últimos años en el Carnaval. Y tarde (viene de hacer radio para COPE, con su programa de Carnaval en COPE +), y llega Lorido, y todo se revoluciona un poco porque aporta su desparpajo y dosis de empuje. Tras los pasodobles, comienza la pelea con el popurrí, que leen en una pizarra. Y aquí también me llama la atención el avance las nuevas tecnologías: cuando comencé a participar en el Carnaval, allá por los años 86-87, cuando en un ensayo surgía una letra se copiaba a máquina de escribir con un montón de folios de papel carbón (nuestro Gutemberg de cabecera era, nunca mejor dicho, Pepe Cabezas). Hoy todos fotografiaban la pizarra para llevarse la letra, e incluso alguno se ha grabado el audio par memorizarlo en casa. En fin, el sino de los tiempos...
Nos hemos reído, hemos visto cosas novedosas y hemos retomado el contacto con el Carnaval cantado, al que apenas le queda un mes para comenzar a discernir el premio de 2017 sobre las tablas del López de Ayala
. Buena noche hoy en compañía de los Pa Cuatro Días. Y como se suele decir en el mundo del espectáculo, mucha mierda, chicos
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